El auténtico cuidado se manifiesta cuando me conecto con todos mis sentidos, me introduzco en el mundo s nuevo e inocente del niño. Desde ese punto, con gran cuidado, comienzo a mostrar los fundamentos del amor, la empatía, el cuidado, la atención, la protección y todo lo que posteriormente será útil para que pueda ser un adulto competente en el manejo de las emociones, el cuidado de su cuerpo y su mente.

Respirar es la herramienta más poderosa para la autorregulación emocional. Calma el miedo, al ansiedad e induce a momentos de concentración y presencia. Vuelve a tomar el control de tu ser. RESPIRA

Nos narran cuentos desde la infancia, facilitando así el aprendizaje de la auto-narrativa. Instruyamos a los niños a generar un discurso saludable, positivo y respetuoso hacia su propia esencia. Afirmar de manera positiva y productiva sus conceptos. Esta competencia establecerá los cimientos para que las creencias que se vayan asimilando sean apropiadas y adaptadas para su adecuado desarrollo como sujeto social. Es fundamental que, al alcanzar la madurez, posea la habilidad para interrogar si las convicciones adquiridas son pertinentes para la existencia actual. Una competencia social que indudablemente favorece el desarrollo de un individuo completo e íntegro.

La habilidad para observar o contemplar contribuye al fomento de la atención. Todas las habilidades sociales de los niños se desarrollarán a partir de la imitación y la repetición. Inculquémosles la capacidad de estar presente, de percibir el instante y experimentarlo con todas sus sentidos. Padres, madres, este es un llamado a desconectar y estar presente junto a su niño y su hijo.