SOCIEDAD RESPONSABLE
En la actualidad, se discute acerca de la ética en la utilización de la Inteligencia Artificial. Indudablemente, es un tema que debemos abordar con responsabilidad. Sin embargo, es fundamental que nuestras discusiones como sociedad se centren en la formación y educación de nuestros niños. La auténtica obligación ética debe centrarse en el preservación adecuado de su integridad en los primeros años de vida. Los futuros adultos serán los encargados de gestionar las desiciones de comunidades completas, las cuales nos gobernarán con sabiduría o tiranía, con compasión o desprecio.
Las personas se moldean en sus comienzos, y todos nuestros esfuerzos deben estar enfocados en ese punto. Somos todos responsables de su bienestar, somos todos miembros de una sociedad. Debemos asumir la responsabilidad de su seguridad, dado que son seres humanos. Un porcentaje de estos pequeños seres humanos vulnerables durante sus primeros años, lamentablemente, son abandonados por otros individuos que no les brindaron el cuidado que merecían y que no están habilitados para instruir a otros. No tienen la capacidad, simplemente debido a que nadie les instruyó sobre cómo hacerlo. La única consecuencia de permitir o minimizar la presencia de padres maltratadores, abusadores y abandonados en el cuidado de niños es perpetuar el sufrimiento de generación en generación, llenar nuestras prisiones, nuestras calles de policía y vivir con temor.
Cuando un niño es abandonado, se considera un fracaso para todos. Ese pequeño se transformará en una persona que potencialmente comprometerá la seguridad de los demás, será un individuo excluido, un paria, un antisocial. Sin embargo, antes de todo, fue un niño que no tuvo la oportunidad de experimentar el amor y el cuidado, de establecer un vínculo con alguien. No posee empatía, nadie le mira a los ojos, ni le toma en brazos, ni responde a sus lágrimas. Creció de esta manera y, en el mejor de los casos, fue abandonado. No obstante, en la mayoría de las ocasiones, el abandono se encuentra acompañado de maltrato y abuso, ya sea físico o psicológico. Al abordar el problema cuando el niño ya ha alcanzado la adultez, se está implementando una acción reactiva cuando el daño ha sido hecho y es casi irreversible. El acto de abordar el problema cuando se trata de niños implica actuar con responsabilidad ética, aspirar a ver avances tangibles en las generaciones venideras y manifestar humanidad. Dejar de lado el individualismo nos permitirá mejorar, nos referimos a niños. En ellos se refleja la esencia de nuestra sociedad actual y lo que será en el futuro.